Hablar bien y vestir de forma correcta en publico

Refranes y citas.

En el andar y el vestir serás conocido entre mil.
El buen saber es callar hasta ser tiempo de hablar.
Indica la prudencia de guardar silencio en conversaciones y no tratar de hablar a destiempo.
Al buey por el cuerno y al hombre por el verbo.
Quiere significar que cuando hablamos demostramos nuestra educación y nuestro saber estar.
Aprended bien a callar, para que sepáis hablar.
Debemos saber escuchar antes de hablar. No es mejor anfitrión el que más habla, sino el que mejor escucha. Es buena "táctica" conocer antes las opiniones de los demás, para luego exponer las nuestras.
Más hiere la mala palabra, que la espada afilada.
Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice. Las palabras pueden herir y faltar al respeto.
El poco hablar es oro y el mucho lodo.
Hace referencia a la prudencia a la hora de hablar.
El buen traje encubre el mal linaje.
Habla de la importancia de la indumentaria, que incluso puede hacer pasar por elegante y educado a una persona que no lo es.
El día que no me afeité, vino a mi casa quien no pensé.
Hace referencia a la conveniencia de estar siempre bien arreglado y aseado, pues se puede recibir alguna visita inesperada.
En el andar y el vestir serás conocido entre mil.
Si somos educados y correctos seremos reconocidos y respetados por los demás.
Un palo vestido no parece palo.
Nos da una idea de la importancia que tiene vestir bien en cualquier ocasión.

Técnicas para hablar bien en publico

Hablar en público es complejo y más si realmente buscas que se te comprenda. Bien, 5 técnicas básicas para hablar en público son:
1. Conocer los destinatarios. ¿A quién vamos a hablar? Es lo principal, y lo que nos ayudará a enfocar y adecuar nuestro registro para una exposición correcta.
2. Organización. Cabeza, cuerpo o desarrollo y desenlace…exponer de forma organizada nuestro discurso nos permite que sea más fácil seguir el “hilo” de nuestra charla.
3. Tiempo. Exponga solo lo interesante del tema. La sensación final en el público debe ser la de preguntar más, la de saber más,…, si puede deje esa sensación.
4. Objetivos. ¿Cuál es el objetivo de la charla? ¿Que es lo que queremos transmitir? Estas y otras preguntas que se haga antes de discurso le ayudarán a concretar el desarrollo del mismo y se debe conseguir responderlas durante el mismo.
5. Ayudas. Cuente a su lado, con todo tipo de ayudas que hagan comprender mejor la exposición que está realizando: proyectores, ordenadores, diapositivas, gráficos y cualquier tipo de documentación que pueda facilitar a los oyentes.
Otros.

COMO HABLAR BIEN EN PÚBLICO

Exploremos un poco sobre el tema...
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HABLAR EN PUBLICO - LA INTRODUCCIÓN Y CONSEJOS PARA PRESENTACIONES EXITOSAS
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Lo último que debe preparar es la introducción, una vez tenga claro el panorama y el recorrido que realizará en su disertación. Digamos que algo similar ocurre cuando se escribe un libro. Muchos autores, lo último que determinan es el título.
Un secreto al hablar en público consiste, como hemos dicho, en preparar muy bien el comienzo. Ese comienzo, reitero, puede ser una pregunta sencilla para el grupo. Si lo considera necesario, puede llevar su inicio por escrito. Pero lo ideal es tener apuntes con las ideas básicas que se han de desarrollar. La seguridad aplasta los nervios. Seguridad y nervios son un plato que no combina. Puede tener la certeza absoluta, por lo demás, de que en la medida en que practique, en que acumule experiencias positivas, cada vez sentirá menos ansiedad. Este es el gran secreto. En consecuencia, no vuelva a decir sentado lo que pueda decir parado.
Antes de comenzar, respire profundamente. Hágalo varias veces. Llene esos pulmones de oxígeno. Se ha demostrado que una buena oxigenación del cerebro, facilita la reflexión y aceita la operación de la memoria. La respiración profunda calma la tensión y disminuye sustancialmente la excitación. Y hable con entusiasmo. Asuma posturas y comportamientos extrovertidos. Hable con buen volumen, póngale pólvora a la voz, hable con ganas.
Tanto si usted cree que puede como si cree que no puede, tiene absolutamente toda la razón. Tenga una mentalidad positiva y vaya para adelante. En la medida en que comunique con entusiasmo, desde el principio, notará cómo se rompen en pedazos las inhibiciones y se libera rápidamente de las tensiones. Si es introvertido, debe hacer esfuerzos por cambiar y comunicar con ganas. Si no desarrolla entusiasmo en su manera de hablar, puede estar seguro de que no lo escucharán. Una persona que no hable con ganas, con brío, no tiene absolutamente nada que hacer como comunicador. Si es introvertido, sencillamente tiene que cambiar esta actitud, por lo menos en el momento de expresar sus mensajes ante un grupo.
Siempre debe tener listo su esquema al iniciar. José Manuel Paredes, del Dale Carnegie de Panamá, señala que "hay que estar preparados. Hay que captar la atención desde el inicio y, luego, vender sus ideas. No recomiendo que se comience con un chiste, porque es posible que nadie se ría y eso puede ser el fin de lo que pudo ser una presentación atractiva".
Al hablar sobre el temor del inicio, Rony Galdámez Carías, instructor Carnegie, indica que "puede ser por las dudas que la persona tiene frente al tema. Ese temor desaparece cuando la persona gana confianza y seguridad en sí misma, lo cual llega con la preparación, la práctica y el dominio del tema. No creo que los nervios desaparezcan del todo, pero sí se pueden sentir en el estómago mariposas, en lugar de murciélagos. El temor puede ser dominado, aun cuando no sea eliminado del todo".
A su turno, Emilio Romualdo Santamaría, instructor Dale Carnegie en Centroamérica, manifiesta que "la persona, al inicio, tiene reacciones físicas que, bien aprovechadas, son de beneficio. Digamos que el corazón palpitando más fuerte, la adrenalina, los nervios agitados, son elementos que nos preparan para el momento que estamos a punto de vivir. No sienta esas sensaciones como enemigas, sino como aliadas que le están ayudando. Al pensar que esto es así, se debe ganar tranquilidad. Vea sus nervios como sus amigos".
Mauricio Piñol, instructor Carnegie, recomienda estar preparados, practicar y darse lo que denomina arengas de ánimo, como: "Sé que puedo; estoy preparado; todo va a salir bien. Este auditorio merece lo mejor de mi y se lo daré, etc.".
Concéntrese en el tema y no en usted mismo ni en el auditorio. Esto lo liberará de mucha tensión. Además, lo más importante de un conferencista es su tema. Dale Carnegie se preguntaba: Cuando nos acercamos a un muchacho que vende diarios en la calle, ¿qué le miramos? ¿Las orejas? ¿La cachucha? ¿El vestido? ¡No! Los titulares.
Lo mismo ocurre en los auditorios. Lo más importante de un conferencista es su tema. Y en la medida en que hable con entusiasmo, con ganas, con brío, la atención del grupo se centrará en el tema y no en otros detalles insignificantes.
Si se concentra demasiado en el auditorio, éste le parecerá un monstruo de cien cabezas, botando fuego por todas partes. La recomendación es que saque de su concentración al auditorio y la coloque toda en el tema por desarrollar. Ya verá cómo ese monstruo cada vez se observa más pequeño, inofensivo y, por el contrario, se mostrará agradecido por el servicio que está recibiendo de un conferencista seguro, que domina su tema, que sabe de lo que está hablando y que llega al corazón de quienes lo escuchan.
Cuando le preguntamos a Enrique Castellanos, del Instituto Dale Carnegie, cuáles son los principales defectos de las personas cuando comunican frente a grupos, mencionó este como grave: "Concentrarse en sí mismo".
No se concentre en usted mismo. Concéntrese en el tema.
Jamás tome licor para disminuir la ansiedad. Le recomiendo que ingiera en su lugar café o té. Estas bebidas despejan la mente y dan la energía y la lucidez necesarias en tan importante momento. Si ingiere licor, lo cual no es recomendable, como queda dicho, es posible que se relaje más de la cuenta y termine sin saber qué hay que decir, para qué y cómo decirlo. He visto oradores absolutamente deplorables tras haber consumido licor, y hubo algunos tan irresponsables que, incluso, se presentaron ebrios ante el auditorio. Ellos creen algo que siempre creen los borrachos: que nadie se da cuenta.
Usted puede quitarse el miedo, si realmente está resuelto a quitárselo. Esto es una realidad comprobada.
"La primera vez que hablé en público---confesó Lloyd George--, era el hombre más desdichado del mundo. No es metáfora, sino la pura verdad, que la lengua se me pegó al paladar y, al principio, apenas podía articular palabra". Para él, como para usted, luego de la tempestad llega la calma. Hay millones de personas, en Colombia y en el mundo, cuyos primeros discursos fueron un fracaso. Pero siguieron luchando, con valor y decisión, hasta cuando lograron dominar esta habilidad. Todo es cuestión de práctica. Todas las habilidades se desarrollan con la práctica.
Recuerdo que cuando niño alquilaba los fines de semana una bicicleta y que me caí decenas de veces, hasta que aprendí. Y actualmente lo hago en forma destacada. Es una habilidad que jamás se irá de mi, mucho menos si practico, como lo hago en ciertas oportunidades.
Hoy tengo la certeza absoluta de que si algún día deseo aprender a patinar sobre el hielo caeré en muchas oportunidades, pero lo intentaré una y otra vez hasta conseguir el dominio de esa disciplina. Lo importante no es caer, sino levantarse. Y tener perseverancia. Tener el firme deseo de romper los obstáculos. Usted puede hacerlo, luego de leer este libro, de consultar un experto si es necesario o tomar un seminario.
Nunca olvidaré la historia de un gran maestro de piano, quien cierto día realizó un majestuoso concierto. Una mujer, de unos 60 años, se le acercó y le dijo, mientras le acariciaba el brazo:
--Maestro: yo daría hasta mi vida por tocar como usted.
--Pues yo la he dado, mi señora --le contestó el pianista.
Las cosas que realmente valen la pena, requieren tiempo, aprendizaje, esfuerzo, sacrificio. Por ejemplo, la oratoria o el estudio de un idioma. Yo diría que un altísimo porcentaje de los niños y adultos de muchos lugares del mundo desearían hablar inglés o francés. Sin embargo, ¿por qué tan pocos hablan esas lenguas que cada vez son más importantes? Bueno: pues sencillamente porque no están dispuestos a pagar el precio, en sacrificio, para dominar una segunda lengua. Y, mientras tanto, las oportunidades continuarán pasando por su lado. Aprender sin ningún esfuerzo, es el deseo de mucha gente. Incluso hay comerciantes que sacan provecho de esta negligente forma de pensar. Hay que ver cómo se venden aquellos cursos de idiomas para aprender mientras se duerme. No faltaría tampoco gente dispuesta a pagar para que le inyecten conocimiento, pero esto no es posible.
Una vez adquirido el conocimiento, es necesario practicar, practicar y practicar. Platón decía que "quien aprende y aprende y no practica, es como quien ara y ara y no siembra".
Hay habilidades que se pierden por falta de práctica. Se pueden contar por millones las personas que aprendieron un idioma y que, por no practicarlo, lo olvidaron. Y normalmente el argumento para justificar esta actitud injustificable es: "No tenía con quien practicar". Sin embargo, Luis Jorge Santos, fundador de los Institutos de enseñanza de inglés Winston Salem, dice que una persona no perdería habilidad si lee en inglés, oye música, ve canales internacionales y, lo que es más importante, lee en voz alta durante diez minutos al día. Al leer en voz alta, es como si estuviera hablando con otra persona. No perderá su habilidad para pronunciar en una lengua foránea.
Pedro H. Morales, un conferencista que trabaja en varios países de habla hispana, cuando le preguntamos qué debe hacer una persona para ganar confianza, seguridad, nos contestó: "Entrenamiento. La única forma que existe en el mundo es el aprendizaje y el entrenamiento. Tal como la gente se perfecciona en un deporte, el tenis, la natación, el golf, exactamente, mediante la ejercitación, puede perfeccionar su oratoria". El autor ha visto a millares de personas que, al iniciar, tienen turbación y nervios. Incluso muchos piensan y dicen que jamás superarán esta situación. Pero luego comprueban que sí pueden, si realmente tienen el ferviente deseo de desarrollar esta habilidad. Tanto si usted dice que puede como si dice que no puede, tiene absolutamente toda la razón. Esta es una reflexión llena de sabiduría. Otra indica que no hay cosas imposibles sino hombres incapaces.
Muchos oradores ya famosos, hábiles, reconocidos, sienten cierto temor antes de iniciar. Pero este temor jamás los paraliza. Lo que realmente demuestra esa ansiedad inicial es que son personas responsables, que saben la clase de compromisos que enfrentan. Nunca desaparecerá la inquietud, la ansiedad antes de una intervención frente a un grupo. Esto demuestra responsabilidad del orador y el respeto que siente por el auditorio. Lo que no puede ocurrir es que esta ansiedad paralice a quien desea pronunciar sus palabras. Para hablar parado no se necesita ser valiente sino tener dominio de uno mismo.
Si una persona realmente tiene el deseo de aprender a hablar de pie, frente a grupos, si tiene un deseo vivo, puede contar con la certeza de que logrará éxito. Bueno: realmente uno tiene gran éxito cuando aprende cosas que le gustan, que desea fervientemente. Tal vez por eso yo fui un buen estudiante de historia, geografía, español y pésimo en matemáticas, cálculo y álgebra.
Es muy importante que piense lo que significará en su vida esta habilidad. Lo que significará en términos de nuevas oportunidades en el estudio, en el trabajo, en su comunidad. Si algo da don de mando, es la comunicación. Piense en las satisfacciones espirituales y de toda índole que le brindará el hablar hábilmente frente a grupos. Y luego, manos a la obra.
Samuel Aun Weor dice: "Para cambiar es necesario saber; para saber hay que aprender; y para aprender hay que hacer grandes sacrificios".
Hay que confiar en que sí se puede, como decía el expresidente colombiano Belisario Betancur.
"La confianza en sí mismo, es el primer secreto del éxito", opinaba Emerson. ¿O usted qué cree?
Hoy realmente todo es comunicación. Veamos cómo en la medida en que los procesos se automatizan, la gerencia cada vez se centra más en la comunicación.
Antes los gerentes vigilaban que los operarios hicieran marchar máquinas. Pero hoy, la mayor parte de las máquinas son automáticas, los procesos son automáticos y, en consecuencia, el gerente se dedica a otra tarea vital: lograr metas, organizar el trabajo, señalar políticas, pautas, misiones, etc. Y todo lo hace mediante la comunicación.

HABLAR EN PUBLICO
AYUDAS AUDIOVISUALES

Luis Alfonso Anleu, del Instituto Og Mandino en Guatemala, nos dijo:
"Las ayudas son un respaldo para el conferencista, no son las protagonistas".
Indica que no es adecuado colocar demasiado texto en un acetato o en una diapositiva, puesto que las personas tienen que hacer demasiado esfuerzo para tomar los datos que más necesitan. Cuando se utilice papelógrafo o portafolios, como se dice en algunos países, Anleu recomienda que se escriba o se muestre lo escrito y luego se pase a una hoja en blanco, con el objeto de que las personas no permanezcan distraídas y se centren de nuevo en el conferenciante.
En cuanto a los acetatos o diapositivas, opina que deben ser elaborados por personas expertas y enfatiza: "Si una ayuda es deficiente, es mejor no usarla".
Hay que escribir pocas palabras y en letras grandes, que puedan ser leídas en cuestión de segundos. En cuanto a las cinco o seis frases colocadas en un acetato, se recomienda que, si está hablando de la primera, tape las restantes. Puede colocar un papel sobre el acetato o debajo del acetato, de tal forma que usted pueda leer lo que sigue y el grupo no. Una vez que el grupo ha leído la frase, lo ideal es apagar el retroproyector o el proyector de filminas, con el objeto de que no se convierta en distractor del mensaje del conferencista.
Si desea señalar un dibujo o un cuadro del acetato, puede colocar un lápiz con la punta señalando ese objeto. El lápiz debe descansar completamente sobre el acetato, con la punta hacia el objeto. El ponerlo sobre el acetato evita, por otra parte, que se note si le tiembla la mano, en el caso de que esté nervioso.
Anleu enfatiza que las ayudas son muy importantes, pero no deben reemplazar al conferencista. Por eso se llaman ayudas. A su turno, Galdámez manifiesta que "hay quienes usan ayudas y ayudas, para estar en una zona cómoda. Existen expositores que creen que las ayudas, los audiovisuales, les salvarán la conferencia, pero la verdad es que el conferencista no debe perder importancia frente a sus propias ayudas".
Su mensaje debe ser comprendido de inmediato. Recuerde que sus oyentes no pueden hacer lo que los lectores, es decir, repetir la lectura cuantas veces sea necesario, hasta entender, digerir el mensaje.
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CONSEJOS PARA HABLAR EN PÚBLICO

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Siete Tips para mejorar el Hablar en Público
Por Daniel A. Alarcón
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1. Prepararse.
No hay peor situación que llegar a una presentación o dar una charla en público sin haberse preparado. Debes dominar el tema, documentarte sobre todos los términos que vas a usar, ser un “experto” en el tema, aún cuando sea algo que no es de tu carrera y hayas sido invitado excepcionalmente.
Prepararse significa: documentarse, revisar, practicar, practicar y practicar tu
presentación.

2. Seleccionar adecuadamente el material.
No te atengas a Flash, Power Point, o cualquier herramienta tecnológica. El público quiere escuchar un orador, no deleitarse (o aburrirse en el peor caso) en una presentación de computadora. Tienes que revisar el material, es decir que sea: ad-hoc al tema, conciso, relevante, no saturado con números y
estadísticas, ameno (pero no chistoso).

3. Presentación
La presentación del orador u oradora es sumamente importante, tienes que llegar vestido según la ocasión y según el tipo de público. No uses cadenas o collares que llamen la atención, ni llaveros que suenen. Quieres que el público esté pendiente de tu presentación y no de tus movimientos. El cabello bien arreglado, limpieza general en tu persona y ten cuidado de no tomar sodas antes de la presentación.

4. Preguntas
Tienes que estar preparado para las preguntas. El ejercicio que te recomiendo es: deja la presentación corriendo o ponla en la pantalla y siéntate como que fueras parte de la audiencia. Que preguntarías? Que temas crees que el público pedirá ampliar? Que estas asumiendo que ellos ya saben? Que palabra
costará que comprendan? Luego anota estas preguntas y prepara las respuestas. Debes ir preparado por si llega alguien que “sabe mucho” y te preguntará de todo.

5. Poner las reglas.
Muchos oradores olvidan esto y es lo primero, cuando inicias la presentación tu puedes indicar las reglas que regirán tu presentación (que no sean del todo rígidas pero ponlas). Principalmente indica si aceptarás preguntas durante o al final de la presentación o por temas, ten tacto al contestar aún cuando
la pregunta sea trivial.

6. Conocer a la audiencia y el lugar
No puedes llegar a una presentación sin conocer a quien se la vas a dar. Investiga quienes asistirán (aún cuando sea una charla ocasional), pregunta sus edades, sexo, si son profesionales, si conocen algunas preferencias y lo mas que puedas. Visita al menos una vez el lugar donde darás la charla, si no
puedes antes, trata de llegar una hora o media hora antes. Esto te permitirá probar el equipo, luces, ubicación, etc.

7. Siempre un BACKUP
Has oído de la ley de Murphy; pues se cumple en todo lugar y en todo tipo de actividades, por ello debes ir preparado con un respaldo de todo: Lleva copias impresas de la presentación (nunca las des al público antes, estarán leyendo y no poniéndote atención), lleva una copia en una memoria USB y en un CD, lleva una extensión eléctrica, un adaptador para toma eléctrico, un puntero láser, lápices de repuesto, plumones permanentes y para pizarra blanca. Mientras mas cubiertas estén las posibilidades, mejor. La audiencia o público te lo agradeceré.
Dar una presentación profesional no es fácil, aún para el mas experto orador o presentador, el éxito reside en dominar el tema y combinar este dominio con una preparación en todos los aspectos que rodean tu presentación.
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Si quieres aprender más acerca de como hablar en publico, te recomiendo que revises este curso: http://www.englishcom.com.mx/hablarenpublico
¡Te deseo lo mejor!
Tu amigo,


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• La importancia del manejo de la voz y técnicas efectivas de expresión corporal.
• Los gestos. La expresión corporal. ¿Intimida usted a sus auditorios?
• Descubra cuál es el mejor profesor de expresión corporal que hay en el mundo y aprenda de él.
• Aprenda qué hacer cuando tenga temor.
• Como ir generando confianza y habilidad para hablar en público.
• Aprenda cuál es la principal virtud de una intervención ante un auditorio.
• Manejo de ayudas audiovisuales. En esto hay reglas, si quiere efectividad.
• ¿En qué ha de concentrarse cuando esté en frente del auditorio?
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• ¿Pasar o no material escrito a los participantes?
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• ¿Qué hacer cuando hay una persona agresiva en el auditorio?
• Manejo de auditorios difíciles.
Nunca olvide que presentarse ante un auditorio medio preparado es como presentarse medio desnudo.

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